. Argentina está inmersa en la debacle que enfrenta la economía internacional al pincharse la burbuja de ambición financiera, potenciada desde la crisis hipotecaria estadounidense.
. Todos los gobiernos del mundo necesitan tener planes de contingencia porque la gravedad de una recesión todavía no encontró piso y es por ello que no se puede menospreciar tantos cambios como sean necesarios para afrontar una difícil coyuntura.
. El gobierno argentino dijo a cuatro voces que no necesitaría de un Plan B, que eso debía quedar para Estados Unidos. Muchas veces quedamos presos de las palabras.
. Ahora, no sólo desde la presidencia se anuncian semanalmente retoques a la economía para que no s
e siga despedazando, sino que los parches no alcanzan por ahora dada la complejidad de la realidad.Apuros
. Del Plan A se pasó al B, C, D ... y así continuaría, aunque no se reconozca. Urge un golpe de confianza, imposible de lograr sobre tanteos e improvisaciones.
. No habrá consumo si no hay plata y para que ello ocurra se debe tener empleo y crédito real. La pobreza, la indigencia y el desempleo van de la mano, por más cambios de maquillaje que las cifras estadísticas oficiales quieran mostrar.
. Cuando se desconoce la realidad se comenten gruesas fallas y un vigente proyecto aumenta la incertidumbre por tratar un blanqueo de capitales y la inclusión de una moratoria impositiva, entre otros temas.
. Los temores al lavado de dinero, negociados del narcotráfico y del terrorismo están instalados, al tiempo que el derecho y la obligación de ser un correcto contribuyente tributario de nada sirve frente a favores políticos de circunstancia.
. Se hacen guiños a los amigos del poder y al mismo tiempo se ignoran a sectores productivos. Poco se entiende cuando se desploman los precios de las materias primas.
. Las medidas de crisis de Argentina parecen “paquetes de poder”, donde lo ún
ico que se prioriza es el volumen de caja (recaudación) para un año electoral como el que se aproxima.
. Del Plan A se pasó al B, C, D ... y así continuaría, aunque no se reconozca. Urge un golpe de confianza, imposible de lograr sobre tanteos e improvisaciones.
. No habrá consumo si no hay plata y para que ello ocurra se debe tener empleo y crédito real. La pobreza, la indigencia y el desempleo van de la mano, por más cambios de maquillaje que las cifras estadísticas oficiales quieran mostrar.
. Cuando se desconoce la realidad se comenten gruesas fallas y un vigente proyecto aumenta la incertidumbre por tratar un blanqueo de capitales y la inclusión de una moratoria impositiva, entre otros temas.
. Los temores al lavado de dinero, negociados del narcotráfico y del terrorismo están instalados, al tiempo que el derecho y la obligación de ser un correcto contribuyente tributario de nada sirve frente a favores políticos de circunstancia.
. Se hacen guiños a los amigos del poder y al mismo tiempo se ignoran a sectores productivos. Poco se entiende cuando se desploman los precios de las materias primas.
. Las medidas de crisis de Argentina parecen “paquetes de poder”, donde lo ún
ico que se prioriza es el volumen de caja (recaudación) para un año electoral como el que se aproxima. Listado
. Sobran iniciativas pero faltan instrumentaciones.
. Sobran iniciativas pero faltan instrumentaciones.
. Existirá un buena oratoria a la hora de presentar los proyectos y medidas correctivas como la eliminación de impuestos al trabajo con la desactualizada "tablita de Machinea", pero no son aspectos suficientes.
. Planes por más de 110.000 millones de pesos (unos 32.500 millones de dólares) en obras públicas, incentivos por más de 13.000 millones de pesos (unos 3.800 millones de dólares) para el consumo y múltiples créditos de supuesto rápida acceso -hasta para turismo- son noticias diarias, pero su puesta en marcha pareciera que es poco viable por los imponderables del caso.
. Mientras los poderosos buscan estar a salvo, aunque algunas críticas se hagan de manera anónima por los temores políticos, una suprema mayoría de argentinos sufren con el amanecer y anochecer de un presente sombrío y complicado.
. Planes por más de 110.000 millones de pesos (unos 32.500 millones de dólares) en obras públicas, incentivos por más de 13.000 millones de pesos (unos 3.800 millones de dólares) para el consumo y múltiples créditos de supuesto rápida acceso -hasta para turismo- son noticias diarias, pero su puesta en marcha pareciera que es poco viable por los imponderables del caso.
. Mientras los poderosos buscan estar a salvo, aunque algunas críticas se hagan de manera anónima por los temores políticos, una suprema mayoría de argentinos sufren con el amanecer y anochecer de un presente sombrío y complicado.
