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Sillón caliente

Economía / Opinión

Presidir el Banco Central de Argentina (BCRA) no es una tarea fácil. La reciente renuncia de Juan Carlos Fábrega convierte a Alejandro Vanoli en el cuarto jefe en la misma cantidad de años.

Frente del BCRA
Vanoli tiene que combatir una espiral inflacionaria y una caída de las reservas de divisas del país. También debe convalidar las políticas intervencionistas del gobierno de la presidenta Cristina Fernández y el default selectivo de la deuda soberana.

Se sabe que el nuevo jefe del Banco Central tiene canales más cercanos a Fernández, pero -tal como sus predecesores- deberá lidiar con el entorno del gobierno y con las presiones del mercado para mantener el cargo.

Los últimos cinco años muestran una relación cada vez más fracturada entre el gobierno y quien tendría que ser el conductor principal de la política monetaria.

La decisión del gobierno de Fernández de usar 6.700 millones de dólares de los 50.000 millones de dólares de las reservas del país para pagar una deuda externa molestó tanto al entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado, que renunció en enero de 2010.

Su reemplazante, Mercedes Marcó del Pont, logró mantenerse al menos por un tiempo. Aplicó las políticas monetarias expansivas que prefería Fernández, que hicieron que la inflación se disparara, aunque las cifras oficiales subestimaran la magnitud del problema.

Juan Carlos Fábrega
En noviembre pasado fue cuando entró Fábrega.

Tras 45 años en el Banco de la Nación, el mayor banco comercial de Argentina y al que dirigió durante tres años, el funcionario se plantó para luchar contra la inflación y mostró su enojo por el uso y caída en los volúmenes de las reservas.

Ahora, el nuevo presidente del Banco Central se define como un "economista nacional y popular", pero es poco probable que el último adjetivo le dure mucho si realmente desea cumplir con el mandato de la carta orgánica de la entidad.

Como apostilla de color, se lo recuerda al renunciante Fábrega como gerente de la sucursal veinticinqueña del Banco de la Nación entre 1985 y 1986.