Deportes / Política / Opinión
Cuando lo legal embarra lo racional.“Conciencia y Respeto” se llama la campaña lanzada por el grupo veinticinqueño ‘Bandidos Rurales’, conformado por amantes básicamente del ciclismo y que tiene por objetivo hacer tomar conciencia del cuidado de los automovilistas cuando alguien se traslada en bicicleta por la ruta.
Cartelería indicativa |
Por ello se lanzaron a colocar carteles (foto) para que imperen normas de respeto mediante la acotación de una distancia mínimo al superarse a un ciclista y el uso de la bocina de ser necesario para advertir la presencia.
Sin embargo, se dijo que apareció al menos una voz política local crítica a esos carteles ya que está prohibida la instalación privada cuando le corresponde a Vialidad provincial.
Acá prima algo básico y elemental frente a la inoperancia política: si un cartel “sin autorización” sirve para salvar una vida, ya es importante el rol porque cumple su cometido.
Frente a tantas necesidades, es ilógico un planteo en contra de esos carteles, salvo intereses desconocidos.
No se trata de un incentivo a violar una normativa, se trata de comprender que un emprendimiento privado suple lo que debería hacer el Estado, el que tiene miles de muchas otras prioridades a la hora de tomar decisiones.
Si es para bien de la comunidad, no importa quién lo hace sino porqué se concreta.