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La Dolfina se alzó con la 120º edición del Abierto de Polo de Palermo, tras imponerse en una reñida final a la Alegría, la revelación del certamen.

Foto Marcelo Destefano

El conjunto de Adolfo Cambiaso, para la mayoría el mejor jugador del mundo, venía de obtener los abiertos de Tortugas y Hurlingham, y al quedarse con el Campeonato Argentino se llevó la ansiada triple corona honorífica, que le permitirá a la formación tener en forma automática en 2014 un total de 40 goles de handicap.

Más allá de la lucha que generó la final en un marco imponente de público, el marcador 16 a 11 dejó muchas otras particularidades.

Por ejemplo, uno de los protagonistas del partido decisivo fue el veinticinqueño Lucas Monteverde (foto inferior), componente de la Alegría, un cuarteto que sorprendió por su buen juego y ductilidad.

Lucas Monteverde

Fueron decenas de coterráneos los que estuvieron en las distintas jornadas con epicentro en la catedral del polo, cumpliendo tareas acordes a sus responsabilidades.

En el caso de Monteverde, como jugador, más petiseros reconocidos, cuidadores de los caballos y yeguas, transportistas de esos animales (foto superior) y como público seguidor del particular deporte.

25 de Mayo se caracteriza por ser una de las plazas argentinas donde crecen los mejores animales para la práctica del polo, con la formación de cuidadores que les permite luego viajar por el mundo dada sus cualidades.

Al margen del tinte turístico con el que también se usa al polo en nuestro partido bonaerense, la formación temprana de futuros jugadores es otro de los sustentos que se generan.