A un mes

Sociedad

Pasaron unos pocos días desde que la fatídica noticia sorprendió a 25 de Mayo.

Viejo local de la bicicletería

La muerte de Jorge Fulgenci dejó un hueco en la sociedad que es difícil de dimensionar, porque la vida cotidiana sigue, pero la de los recuerdos renueva épocas cada día.

Muchos tuvimos el primer triciclo con la ayuda de él y otros tantos llegaron a la bicicleta propia gracias a él..

Esa bicicletería de 24 esquina 7, local ahora algo agiornado en su fachada (foto derecha), fue cuna de grandes logros.

Podemos aportar simples detalles barriales, como cuando el “Pato” se encargaba de conseguir las medallas para las competencias entre los amigos de la calle en el improvisado velódromo en el baldío de la esquina.

Esquina del recuerdo

Ese aliento a obtener logros incluyó consejos para que, por simple que resultara el triciclo o la bicicleta, siempre tuviéramos en condiciones esos elementos básicos.

En esa niñez estuvieron las largas charlas coyunturales y la confianza de nuestros padres por tratarse de un interlocutor de espíritu sano.

Fulgenci, hijo y hermano de una tradicional familia de la ciudad, logró resonantes triunfos en su carrera deportiva, lo que le permitió representarnos con orgullo en muchos sitios de Argentina.

Ciclista por naturaleza, creció con el pedal en la mano y el destino lo llevó estando arriba de una bicicleta.

Vendrán con el tiempo los homenajes merecidos, públicos y privados, pero el premio mayor lo tiene en su aura por el legado que deja.

Jorge Fulgenci