El spot publicitario en cuestión armó un revuelo poco previsto, con algunos equívocos legales difíciles de sortear desde lo comunicacional.
Discutir en Argentina la legitimidad territorial sobre las Islas Malvinas (ver nota desde Puerto Argentino) está demás, porque el abrazo del propio mar austral ratifica los reclamos diplomáticos que por décadas se hace en diferentes fueros internacionales, sin ignorar una insólita guerra en la que se buscó expulsar a veteranos usurpadores ingleses.
Las ideas de los creativos afloran y no siempre se convierten en realidad. En este caso particular, la publicidad con tinte olímpico (adjunto abajo) pegó más allá, con reacciones esperables desde la fuerza dirigencial política y deportiva.
El origen tuvo clandestinidad y pocos saben de ello. Los protagonistas cobraron buena cantidad de dinero, pese a que ahora algunos se arrepienten.
Se desdibujan los objetivos cuando se supo que el spot quedaría en manos del mejor postor y el Estado argentino le puso su sello, al margen de las disculpas de la agencia de publicidad y de la productora involucrada.
Igualmente las sospechas rondan, porque los intereses son muy excluyentes como para que aparentemente exista tremenda ingenuidad. Por eso las dudas, salvo que alguien cuente la verdad.
Varias preguntas se formulan y de acuerdo al lado político que uno se posicione hay respuestas diferentes.
- Éticamente correspondía?
- Daba lo mismo que fuera auspiciado por el gobierno que por una empresa?
- Mentir en su producción, resultó válido?
- Ayuda al reclamo argentino de soberanía?
- El fin comercial rinde lo mismo en terreno político?
- Se justifican ahora las burlas inglesas o parodias kelpers?
Mientras tanto, cada vez más se habla del eslogan "para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino", como homenaje a caídos y ex combatientes de Malvinas.
Discutir en Argentina la legitimidad territorial sobre las Islas Malvinas (ver nota desde Puerto Argentino) está demás, porque el abrazo del propio mar austral ratifica los reclamos diplomáticos que por décadas se hace en diferentes fueros internacionales, sin ignorar una insólita guerra en la que se buscó expulsar a veteranos usurpadores ingleses.
Las ideas de los creativos afloran y no siempre se convierten en realidad. En este caso particular, la publicidad con tinte olímpico (adjunto abajo) pegó más allá, con reacciones esperables desde la fuerza dirigencial política y deportiva.
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Se desdibujan los objetivos cuando se supo que el spot quedaría en manos del mejor postor y el Estado argentino le puso su sello, al margen de las disculpas de la agencia de publicidad y de la productora involucrada.
Igualmente las sospechas rondan, porque los intereses son muy excluyentes como para que aparentemente exista tremenda ingenuidad. Por eso las dudas, salvo que alguien cuente la verdad.
Varias preguntas se formulan y de acuerdo al lado político que uno se posicione hay respuestas diferentes.
- Éticamente correspondía?
- Daba lo mismo que fuera auspiciado por el gobierno que por una empresa?
- Mentir en su producción, resultó válido?
- Ayuda al reclamo argentino de soberanía?
- El fin comercial rinde lo mismo en terreno político?
- Se justifican ahora las burlas inglesas o parodias kelpers?
Mientras tanto, cada vez más se habla del eslogan "para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino", como homenaje a caídos y ex combatientes de Malvinas.
