Especialistas previsionales advierten reiteradamente sobre una modalidad
delictiva que involucra generalmente a nuestros abuelos.
Lamentablemente, algunas de esas víctimas resultaron ser veinticinqueños
meses atrás, atrapados en su buena fe.
Los delincuentes encubiertos hacen un seguimiento de los jubilados que
eventualmente cobran sus haberes por ventanilla de los bancos o mediante
cajeros automáticos, para luego llamarlos telefónicamente en nombre de la
entidad financiera.
Les hacen una serie de interrogatorios con el fin de sacar información y
confundirlos, ya que generalmente aducen que como supuestos empleados bancarios
deberán cambiarles billetes fuera de circulación o bien constatar los
comprobantes de cobros.
Con esta modalidad, más de un abuelo confiado recibe a quienes los
terminan de engañar y abren las puertas de sus casas, donde son estafados al
cambiarles plata falsa o directamente robados al tener certeza del dinero en
efectivo existente en ese domicilio.
Por algunas denuncias públicas conocidas, hasta ahora los delincuentes han
sido personas ajenas a 25 de Mayo en particular, pero que aparentemente
recorren la zona en búsqueda de oportunidades del ilícito.
Por eso se recomienda nunca aportar datos familiares ni detalles
financieros mediante una conversación telefónica, y advertir principalmente a
los abuelos que avisen a sus hijos ante la menor duda sobre un hecho
relacionado.
Ayudemos a ayudar para bien de todos.