Mientras por TN el notero se conmueve porque en una escuela del Gran Buenos Aires, en Lomas de Zamora, la dirección de la misma ha resuelto dar clases los sábados y los patios abiertos del colegio sirven para jugar al ajedrez, hándbol y otros deportes no solo a los alumnos, sino al barrio en general, en 25 de Mayo el cronista de Canal 3, Jorge Manrique, uno de los alumnos de la Escuela 34 se conmueve porque se cerró “su” escuela.
Con todo lo que ambas noticias tienen, en una contención para barrios postergados y en otra una marca más del despoblamiento rural que no se detiene por décadas y sólo muestra campos sembrados y escuelas públicas que se resisten hasta que pueden, ya que necesitan a alumnos de otros sitios para poder tener un justificativo para estar abiertas, como pasa en tantas otras en situaciones similares. No está la familia chacarera, que llena las colas de los supermercados en la ciudad cabecera.El nostálgico Manrique hasta dio los nombres de los que fueron sus compañeros. Las generaciones posteriores no viven más en el paraje Las Mercedes y no puede comprender el candado que dice final puesto para siempre en la escuela que a él lo educó y tantos otros cuando fueron niños.
Fuente: Revista Renovación
