Argentina debe invertir para modernizar su infraestructura o enfrentará "cuellos de botella", advirtió una funcionaria de alto rango de un organismo multilateral.
El país tiene virtualmente colapsada su red vial debido a la falta de inversión, y enfrenta restricciones en el sector de energía por una expansión de la demanda que no ha sido acompañada por inversiones en producción y generación.
Pese a estas advertencias, la administración central procura dinamizar la economía mediante el consumo doméstico y el aliento a las exportaciones, con un excesivo gasto público ante la desconfianza inversora externa que se mantiene por los altos niveles del riesgo país, de la inflación concreta y sus repercusiones en los aumentos salariales.
En este ambiente, el Gobierno intervendrá directamente en decisiones empresarias gracias a los directores que asumirán los derechos otorgados como accionistas remanentes de las antiguas AFJPs y manejadas por la Anses.
El país tiene virtualmente colapsada su red vial debido a la falta de inversión, y enfrenta restricciones en el sector de energía por una expansión de la demanda que no ha sido acompañada por inversiones en producción y generación.
Pese a estas advertencias, la administración central procura dinamizar la economía mediante el consumo doméstico y el aliento a las exportaciones, con un excesivo gasto público ante la desconfianza inversora externa que se mantiene por los altos niveles del riesgo país, de la inflación concreta y sus repercusiones en los aumentos salariales.
En este ambiente, el Gobierno intervendrá directamente en decisiones empresarias gracias a los directores que asumirán los derechos otorgados como accionistas remanentes de las antiguas AFJPs y manejadas por la Anses.
Los mercados, temerosos, reaccionaron con coberturas (video).
Es otra clara maniobra de injerencia, según especialistas (análisis Rtrs en link), reforzando una extendida discrecionalidad en el manejo de las atribuciones públicas.
Los costos en dólares se mantienen altos, a tal punto que ciudades como Madrid, Berlín, Nueva York o Lima tiene precios relativos muchos más baratos que Buenos Aires.
Frente a un contexto de expansión por la sólida marcha de Brasil, la bonanza de los altos precios de las commodities (materias primas) y flujos sobrantes a los mercados emergentes, Argentina enfrentará nuevos desafíos, aunque el año electoral proyecte menor prudencia política. (sigue)
Algunos analistas privados prevén una inevitable disminución de estímulos públicos en la economía, como una lógica moderación en el gasto. La economía de Argentina creció un 9,2 por ciento interanual en 2010, según desacreditados datos oficiales, con estimaciones de expansión con base en un 6 por ciento para el 2011.
La vorágine informativa engloba al planeta en milésimas de segundos, lo que se corrobora a diario con las agencias de noticias internacionales.
En este rápido pantallazo sobre la realidad nacional, reflejamos material producido y redactado en los últimos días por el veinticinqueño Jorge Otaola, periodista corresponsal en Argentina de la agencia Reuters.
La filial local de una automotriz italiana (link) lanzará un nuevo modelo el próximo año y uno de los mayores bancos privados espera aumentar su cartera de créditos en un 40 por ciento (link), al tiempo que la mayor productora de aluminio del país (link) piensa en trasladar activos a Brasil.
Pese al diferencial entre la data oficial y la real en el índice de precios al consumidor (link), ratificado en un sondeo de lo esperable para marzo y en línea con los meses anteriores, el ente regulador de la oferta pública proyecta mayor liquidez para los bonos de deuda corporativa (link) por el equilibrio controlado en el tipo de cambio.
Lo interesante de la economía es que, sin que lo hagamos racionalmente, todos los días ponemos en práctica los significados concretos de las implicancias entre la oferta y la demanda.
Es otra clara maniobra de injerencia, según especialistas (análisis Rtrs en link), reforzando una extendida discrecionalidad en el manejo de las atribuciones públicas.
Los costos en dólares se mantienen altos, a tal punto que ciudades como Madrid, Berlín, Nueva York o Lima tiene precios relativos muchos más baratos que Buenos Aires.
Frente a un contexto de expansión por la sólida marcha de Brasil, la bonanza de los altos precios de las commodities (materias primas) y flujos sobrantes a los mercados emergentes, Argentina enfrentará nuevos desafíos, aunque el año electoral proyecte menor prudencia política. (sigue)
Algunos analistas privados prevén una inevitable disminución de estímulos públicos en la economía, como una lógica moderación en el gasto. La economía de Argentina creció un 9,2 por ciento interanual en 2010, según desacreditados datos oficiales, con estimaciones de expansión con base en un 6 por ciento para el 2011.
La vorágine informativa engloba al planeta en milésimas de segundos, lo que se corrobora a diario con las agencias de noticias internacionales.
En este rápido pantallazo sobre la realidad nacional, reflejamos material producido y redactado en los últimos días por el veinticinqueño Jorge Otaola, periodista corresponsal en Argentina de la agencia Reuters.
La filial local de una automotriz italiana (link) lanzará un nuevo modelo el próximo año y uno de los mayores bancos privados espera aumentar su cartera de créditos en un 40 por ciento (link), al tiempo que la mayor productora de aluminio del país (link) piensa en trasladar activos a Brasil.
Pese al diferencial entre la data oficial y la real en el índice de precios al consumidor (link), ratificado en un sondeo de lo esperable para marzo y en línea con los meses anteriores, el ente regulador de la oferta pública proyecta mayor liquidez para los bonos de deuda corporativa (link) por el equilibrio controlado en el tipo de cambio.
Lo interesante de la economía es que, sin que lo hagamos racionalmente, todos los días ponemos en práctica los significados concretos de las implicancias entre la oferta y la demanda.
