- Por Claudio Paramio
. Quienes vivimos en 25 de Mayo desde hace muchos años, podríase decir que si bien no nos conocemos entre todos, por el trato diario, los corsos o las elecciones estamos acostumbrados a encontrarnos, saludarnos y hasta saber de nuestras cosas en general.
. Pero hace ya un par de años a esta parte, que nuestra tranquila ciudad se ha visto incrementada demográficamente de una forma, como mínimo, llamativa.
. Este crecimiento poblacional que se aprecia con sólo transitar las calles o reparar en las plazas, puertas de los bancos, etc. no obedece a la instalación en nuestro medio de grandes industrias, empresas o instituciones que requieran mano de obra u otra suerte de empleos, sino que en su mayoría, está constituido por muchísimas personas de las que no se conoce su procedencia ni su ocupación.
. Esto de por sí no es grave, pues como resulta de perogrullo, todos tenemos derecho a vivir donde queramos y a hacer lo que queramos o podamos mientras no transgredamos la ley, pero el aumento de la delincuencia y la inseguridad que antes no inquietaba a nuestro pago, me preocupa y mucho, pues no creo que nuestras autoridades tengan respuestas satisfactorias para esta situación y menos aún siquiera conozcan verdaderamente cual es la población real de Veinticinco de Mayo por estos días.
. Siempre se ha dicho que el primer paso para resolver un problema es abordarlo, esto es no ignorarlo y en ese orden de ideas creo que una buena medida para empezar a reordenar esta contingencia, sería hacer un censo poblacional en 25 de Mayo. Sí, un censo.
. Un censo que nos permita saber cuántos somos, dónde vivimos y qué hacemos, lo que facilitaría en gran medida el esclarecimiento de hechos delictivos y hasta la prevención policial.
. Ello, claro está sin perjuicio de contar con datos que bien podrían contribuir a la inserción escolar y laboral, la asistencia social. Todo de gran interés y valor para nuestra otrora pacífica comunidad.
. Es que protestando contra la inseguridad y diciendo que las autoridades nada hacen en el orden nacional o provincial, poco contribuimos a la solución del problema y esto de conocernos entre nosotros, saber quiénes somos y qué hacemos, si no es usado con fines electoralistas nos van a servir de mucho, sobre todo cuando ya advertimos serios déficit en materia de seguridad a los que no estábamos acostumbrados y bueno sería que no nos acostumbremos.