Sociedad / Política
(Agrega quinto y sexto párrafo)Largas filas, demoras en la atención, descompensación de algún cliente y bronca acumulada, fueron las características en el Banco Provincia de Buenos Aires (BAPRO) al retomar la atención tras tres días de huelga de los empleados de la entidad.
Fila en BAPRO / Foto Raúl Medina |
Las urgencias por efectivo entre jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales hizo que fuera mayor la asistencia al banco de 9 y 28 de 25 de Mayo, lo que obligó a los Bomberos Voluntarios a tener que colaborar hasta con el suministro de agua potable.
También colaboraron con sillas para las personas mayores.
Casi idéntico panorama se repitió, por segunda jornada, también este viernes.
Otro problema fue la urgencia de la entidad por tener billetes físicos, lo que se complicó con la demora en el trabajo de los camiones de caudales.
El gremio de los bancarios amenazó con prolongar la huelga hasta enero, pero hubo una llamado a la conciliación obligatoria.
Desde el gobierno de Eugenia Vidal se avaló el aumento de la edad jubilatoria entre los empleados del BAPRO de 57 a 65 años, ya que la caja de pensiones tiene un déficit anual de casi unos 5.500 millones de pesos.