Política
(Actualiza con cierre de comicios)Los argentinos decidimos en balotaje presidencial la profundidad y velocidad de los cambios que se aplicarán sobre un modelo económico de fuerte intervención estatal que necesita de ajustes para que el país vuelva a crecer.
Votantes en Escuela Nro 5 |
Con normalidad en las mesas y más rapidez que en las dos elecciones previas de este 2015, el factor climático también ayudó con un cielo prácticamente despejado.
Este balotaje es histórico, es la primera vez que se realiza en Argentina.
Después de tres gobiernos de la centroizquierda peronista que encabeza la mandataria saliente Cristina Fernández, en los que se crearon muchos empleos y se redujo la pobreza, la regulada economía argentina cruje por la falta de divisas, un parate de la actividad y una elevada inflación.
# Datos
Montado sobre el descontento por la situación económica, la beligerancia del Gobierno y la polarización en la que está sumida la sociedad, el ex empresario Mauricio Macri lidera las preferencias para el balotaje que lo enfrentará al oficialista Daniel Scioli, que había ganado la primera vuelta general y que también se impuso en las PASO.
Los dos buscan acabar con un rígido control de cambios, reducir impuestos, flexibilizar las restricciones para las exportaciones y mejorar las estadísticas oficiales. Pero Scioli, un ex campeón de motonáutica de 58 años, quiere hacerlos poco a poco y Macri, de 56, de un plumazo.
Pese a las coincidencias, la campaña se ha polarizado por el intento de los candidatos de captar los votos de indecisos.
Después de 12 años de kirchnerismo, y ya con los precios de las materias primas en descenso, las reservas internacionales del país rondan mínimos históricos y los generosos subsidios y la creación de empleos son cada vez más difíciles de sostener.
Cuarto oscuro veinticinqueño |
# Apuntes
El fantasma de la brutal crisis de la década de 1990 llevó a Macri a prometer que mantendrá medidas de la centroizquierda como el control estatal de la petrolera YPF y los subsidios a la pobreza.
Scioli fue elegido a regañadientes por Fernández como su sucesor. La presidenta desconfía de su cercanía con el sector empresario y teme que revierta algunas de sus políticas, pero no encontró a un candidato oficialista más popular.
Sea quien sea el ganador, todo indica que el país girará hacia políticas económicas más amigables con los mercados, intentando mantener los logros sociales.