Política / Economía
Efectos marginales mostró la huelga general nacional en la actividad de los veinticinqueños, quienes en su mayoría tomaron previsiones por trámites o viajes a centros poblados donde la medida de fuerza alcanzó acatamientos dispares. |
| Fonavi (foto José L. Bisso) |
La inactividad parcial más visible estuvo en los colegios públicos y en los bancos estatales.
El material fotográfico adjunto muestra la zona del barrio Fonavi este jueves (28/8), con un mínimo movimiento callejero hacia el mediodía.
Sindicatos opositores y agrupaciones de izquierda lideraron una segunda huelga general este año contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández para reclamar mejoras salariales, recorte de tributos impositivos y freno a despidos en momentos de recesión económica y alta inflación.
La protesta fue convocada por la principal central obrera opositora al gobierno, la Confederación General del Trabajo (CGT), que controla sindicatos clave como el de choferes de camiones, y la más pequeña Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), con influencia sobre los gremios de empleados estatales.
Argentina entró en recesión en el primer trimestre por un pobre nivel de inversión y la alta inflación en el país. El default de deuda en el que el país se hundió el mes pasado podría empeorar el panorama para la economía, que se espera que este año se contraiga por primera vez en más de una década.
La inflación superará este año el 30 por ciento, según cálculos privados. El año pasado, los precios minoristas aumentaron alrededor del 25 por ciento.
La creación de puestos de trabajos en el sector privado está estancada, y sectores como el automotriz está despidiendo y suspendiendo trabajadores.
El Gobierno ha intentado apuntalar la economía inyectando dinero a través de subsidios para mantener el consumo doméstico, lo que analistas aseguran es una medida que alienta la inflación.
