Los excesos hídricos afectan especialmente a la producción agropecuaria, al quitar tierras para la siembra, pero por ahora no se advierten riesgos prolongados serios en gran parte del partido de 25 de Mayo, y mucho menos para la cabecera urbana.
Sin embargo, recuperar algunos campos demandará entre seis y 12 meses, si la meteorología acompaña.
Una recorrida por las rutas 46 y 51 es indicador del estado actual de las parciales inundaciones que afectan a la región, lejos de los reales problemas que tienen nuestros cercanos vecinos de Saladillo, General Alvear, Tapalqué, Pehuajó ó Azul.
Las precipitaciones registradas en agosto y septiembre (arriba de 280 milímetros), meses tradicionalmente de vientos pero de escasas lluvias, se sumaron a las acumuladas en el primer semestre.
Zonas cercanas al arroyo Vallimanca, El Gato ó Saladillo están desbordadas como indicadores paradigmáticos, con la cuenca del río Salado saturada en una clara especie de termómetro de la situación.
Las más perjudicados hasta el momento son las adyacencias de San Enrique, Mamaguita, Pueblitos, Del Valle y Mosconi. La falta de infraestructura juega su parte, como lo advirtió "Diálogos" hace casi 4 meses (clic).
Hay pequeños refugios obligados de haciendas, con alimentación asistida. Existe profundidad por agua acumulada en partes de las cunetas que corren paralelas a las rutas, con algunos caminos de tierra ya cortados.
En áreas bajas, los alambrados comienzan casi a desaparecer y la correntada escurre en búsqueda de su pendiente natural. La bajada de agua desde la provincia de Córdoba sigue complicando el escenario, como en décadas pasadas.
Un legislador bonaerense busca que la Séptima Sección Electoral, a la que pertenece 25 de Mayo, sea declarada en emergencia agropecuaria, aunque por ahora sólo algunas de las ciudades componentes lograron el beneficio.
Flamencos, garzas y cisnes volvieron a mezclase con la fauna autóctona. Todo un signo de que el agua convivirá con algunos veinticinqueños en regiones rurales por un largo tiempo.
Sin embargo, recuperar algunos campos demandará entre seis y 12 meses, si la meteorología acompaña.
Una recorrida por las rutas 46 y 51 es indicador del estado actual de las parciales inundaciones que afectan a la región, lejos de los reales problemas que tienen nuestros cercanos vecinos de Saladillo, General Alvear, Tapalqué, Pehuajó ó Azul.
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Zonas cercanas al arroyo Vallimanca, El Gato ó Saladillo están desbordadas como indicadores paradigmáticos, con la cuenca del río Salado saturada en una clara especie de termómetro de la situación.
Las más perjudicados hasta el momento son las adyacencias de San Enrique, Mamaguita, Pueblitos, Del Valle y Mosconi. La falta de infraestructura juega su parte, como lo advirtió "Diálogos" hace casi 4 meses (clic).
Hay pequeños refugios obligados de haciendas, con alimentación asistida. Existe profundidad por agua acumulada en partes de las cunetas que corren paralelas a las rutas, con algunos caminos de tierra ya cortados.
En áreas bajas, los alambrados comienzan casi a desaparecer y la correntada escurre en búsqueda de su pendiente natural. La bajada de agua desde la provincia de Córdoba sigue complicando el escenario, como en décadas pasadas.
Un legislador bonaerense busca que la Séptima Sección Electoral, a la que pertenece 25 de Mayo, sea declarada en emergencia agropecuaria, aunque por ahora sólo algunas de las ciudades componentes lograron el beneficio.
Flamencos, garzas y cisnes volvieron a mezclase con la fauna autóctona. Todo un signo de que el agua convivirá con algunos veinticinqueños en regiones rurales por un largo tiempo.
