En pleno proceso hacia la estanflación (estancamiento con inflación) de Argentina, el plano laboral se convierte nuevamente en válvula de ajuste por recortes de costos en muchas empresas.
La búsqueda de personal está en niveles mínimos en proporción a la población activa, al tiempo que nuevamente se dispara la demanda del trabajo informal.
El índice de demanda laboral de mayo de la Universidad Torcuato Di Tella registró una disminución de 4,5 por ciento respecto al mes anterior, y en términos interanuales, el indicador mostró un derrumbe de 38,5 por ciento, el más bajo en 12 años.
Frente a la adversidad en algunos negocios, la firma agropecuaria El Tejar -con sede central en Saladillo- termina de despedir a parte de su personal, muchos de los cuales son veinticinqueños.
Las negociaciones salariales en paritarias (clic) están atrasadas en diferentes segmentos de la economía, con el agravante de reconocer incrementos que ya absorbieron totalmente la real inflación. Se carcome el poder adquisitivo.
Como en épocas pasadas, miles de argentinos se concentran algunas noches en las principales ciudades del país para protestar golpeando cacerolas contra la gestión de la presidenta, Cristina Fernández.
Autoconvocados mayoritariamente a través de redes sociales, estos manifestantes se quejan principalmente por la elevada inflación, la inseguridad urbana y las restricciones a las compras de dólares, entre otros reclamos.
Realidad cambiante, pero realidad al fin.
La búsqueda de personal está en niveles mínimos en proporción a la población activa, al tiempo que nuevamente se dispara la demanda del trabajo informal.
Las negociaciones salariales en paritarias (clic) están atrasadas en diferentes segmentos de la economía, con el agravante de reconocer incrementos que ya absorbieron totalmente la real inflación. Se carcome el poder adquisitivo.
Como en épocas pasadas, miles de argentinos se concentran algunas noches en las principales ciudades del país para protestar golpeando cacerolas contra la gestión de la presidenta, Cristina Fernández.
Autoconvocados mayoritariamente a través de redes sociales, estos manifestantes se quejan principalmente por la elevada inflación, la inseguridad urbana y las restricciones a las compras de dólares, entre otros reclamos.
Realidad cambiante, pero realidad al fin.
