Se acercan
las elecciones generales del 23 de octubre y la actividad política naturalmente
va creciendo. Algunos con nerviosismo, otros con cautelosa tranquilidad.
Muchos
vecinos agradecen algunas campañas porque los candidatos hacen anuncios o
asumen compromisos como pocas veces ocurre. Habrá que ver a quien se le cree y
a quien se le resta crédito.
25 de Mayo en
su conjunto no es la excepción del reflejo nacional. Hay esfuerzos
individuales, grupales y fondos mediante, que en algunos casos quedan sembradas
dudas de sus justificativos.
Lo bueno de
la democracia es la libertad de elección, lejos de condicionamientos que se
quieren imponer en diferentes estratos como el empresarial, del que no escapa
el mismo ámbito periodístico.
Mientras la
actual intendente y candidata Victoria Borrego lanzó una serie de medidas a
concretar, el peronista Miguel Di Salvo apuntó a contactos provinciales y
nacionales para desembarcar con gestión firme en caso de ser electo.
Ya habrá
tiempo para encuestas, a la espera del real relevamiento que dan las urnas.
El radical
Guillermo Faviano insiste en un debate con los dos nombrados previamente y el
ex concejal Roberto Fantini se ilusiona en acumular cataratas de votos. En un orden
relegado de acuerdo a las pasadas elecciones abiertas de agosto, Juan Bertoni,
Oscar Rocco y Emiliano Marín luchan por imponer sus respectivos mensajes.
A nadie le
gusta que se hable de una candidatura testimonial, pero la realidad supera la
sumatoria de voluntad en algunos casos. Entonces, no sería sorpresa que alguno
desista.
Habrá más propagandas
y caminatas por la cabecera e interior del partido, frente al reclamo
mayoritario de propuestas concretas, esas que serán visibles.
Sobran
necesidades, las que no se cubren con superficialidad, previo a una coyuntura
económica internacional que condicionará el accionar de quien resulte electo
intendente veinticinqueño.