Día agitado

Sociedad / Opinión

Cronología de un día agitado.

Hablamos de una jornada histórica, esperado por la mayoría luego del trabajo “hormiga” de muchos.

Llegada a 25 de Mayo / Foto Marcelo Guerra

Fueron muchos los que lucharon por el sueño de recuperar el tren de pasajeros. Cuando clausurar algo es tan fácil, en la misma proporción pero a la inversa cuesta recuperar un servicio.

Estamos ante otra realidad, incomparable con los tiempos pasados. Los deterioros comparativos son grandes, pero el solo hecho de pensar en que nuevamente hay tren salva cualquier crítica constructiva que se pueda hacer con todo derecho.

Este viernes 31 de octubre de 2014 será inolvidable porque los veinticinqueños otra vez pensaban en un andén de Plaza Constitución.

La mañana estuvo nublada en la Capital Federal, el mediodía lluvioso y la tarde soleada por momentos.

Muchos viajaban en la reinauguración por necesidades, otros por simple curiosidad. Hubo reencuentro de caras conocidas.

A las 5,36 pm fue la partida del coche motor Nohab con el aplauso de todos los pasajeros, esas 72 almas que suspiraban en la formación número 357.

Luego de los días tormentosos se notó la abrupta baja de temperatura. La puesta del sol resultó diferente desde el “trencito” junto al colorido de la pampa húmeda.

Coche motor en Constitución / Foto Víctor Dente

Mucha gente se reunió en las distintas estaciones para esperar el tren, en todas fue una ceremonia desde Empalme Lobos en adelante.

Por eso, los celulares ayudaron a que se avisara cuando salía de un pueblo y llegaba a otro.

Cada parada duró más de lo normal por las emociones vividas, por el cúmulo de fotos, por la alegría recuperada, por el sueño hecho realidad.

Era curiosidad de adentro para afuera y viceversa del vagón.

A las 10,35 pm llegó a 25 de Mayo y también la gente aplaudió. Hacía de cuenta que llegaba alguna celebridad, aunque en el fondo de la historia un tren lo es para los pueblos del interior.

Todo un acontecimiento significó este regreso, es relevante. Por eso, bienvenida sea la recuperación y a cuidarla como agua en el desierto.