Política / Opinión
A un año de las internas abiertas, la política en 25 de Mayo se mueve en gran parte al ritmo de los hechos y trascendidos a nivel nacional, aunque con ciertas particularidades propias del pago.
A las divisiones de peronistas y radicales hay que sumar lo que públicamente ha ocurrido con el oficialismo municipal.
Lo cierto es que aventurar nombres y puestos de cara a agosto del 2015 es tan difícil como hacerle comprender a los votantes los artilugios de cada interna partidaria o posicionamientos personalizados.
El justicialismo (peronismo) tiene una evidente división de aguas básicamente entre los kirchneristas (FpV) y los massistas (FR), los primeros con el desgaste del poder en la Nación y en la Provincia, y los segundos con el ímpetu de posicionamiento.
Desde el FR avizoran acercamientos en todas las esferas, lo que también pudiera resultar efímero.
Los radicales buscan la unidad, pero la gama de opciones elegidas individualmente hace que posiblemente se dispersen entre esas diferentes líneas electorales. El Frente Amplio UNEN es presentado como una esperanza de reunificación.
También a nivel local está el PRO, atado a lo que se decida buscar a nivel nacional con opciones visibles de nombres fuertes a nivel regional.
La junta vecinal que se armó para las últimas legislativas debutará en una carrera a la intendencia, con el conocimiento que genera el ocupar actualmente el sillón ejecutivo veinticinqueño. Sus disputas están centradas tangencialmente en el Concejo Deliberante donde criterios disímiles produjeron fracturas.
De lo último, está la renuncia de Silvano "Kiko" Ortega como concejal dado sus problemas de hipertensión.
Finalmente la izquierda tradicional busca aprovechar espacios, dentro de un acotado margen de movimiento por notorias discrepancias entre quienes dicen ser referentes del sector.
Nada nuevo, pero al mismo tiempo el calendario avanza. En política todo es posible y es por eso que nos abstenemos de dar nombres protagónicos porque los “enfrentados” o “peleados” de ahora pueden ser “buenos” y “fieles” integrantes de una misma lista a mitad del próximo año.
