Por JAO (*)
El tipo de cambio volvió a ser un tema de interés entre los argentinos, lo que retrotrae la situación a épocas difíciles en materia financiera y económica.
Hay una gran ventaja: la situación actual en nada se parece a las hiperinflaciones vividas o a las nefastas deflaciones que desembocaron en crisis y caos.
Ahora se refuerza el apetito por el dólar como consecuencia del temor que generan las nuevas medidas cambiarias que dispuso la AFIP para combatir la fuga de capitales, el lavado del dinero y la economía informal.
Quien tiene sus números en blanco, para nada le debe preocupar la declaración de datos fiscales, origen y destino de los fondos.
Algunos especialistas ven el precio de la moneda yendo hacia los 5 pesos por cada dólar, ante el impacto de la crisis internacional en el país y los efectos de la inflación no reconocida.
Frente a las condiciones macroeconómicas vigentes, una depreciación del tipo de cambio se trasladaría rápidamente a un aumento de precios, aunque muchos comerciantes remarquen rápidamente mercadería al valor del dólar paralelo.
En ese caso, no se obtienen ventajas en términos reales, porque la competitividad que se ganaría al devaluar se perdería paralelamente con la inflación. Simple lección de Economía.
Obviamente que el escenario preocupa, más cuando la brecha entre el mercado cambiario mayorista (4,25) y el marginal (4,70) ronda un 9,6 por ciento.
Luego de perder unos 4.500 millones de dólares de sus reservas entre agosto y octubre, el Banco Central busca amortiguar la tendencia, con la ayuda de Banco Nación y mediante transacciones a futuro.
Los argentinos con capacidad de ahorro buscan refugio casi siempre en el dólar, por tradición y malas experiencias internas.
La búsqueda para convertir esos fondos a dólares creó en la jerga el negocio denominado "contado con liquidación": esto es cuando se compran bonos o acciones en pesos para luego venderlos en el exterior y así obtener divisas fuera del país. El tipo de cambio implícito llegó a marcar las 5,19 unidades tras la última resolución de la AFIP.
Inmediatamente se lanzaron ventas de bonos en dólares por parte del ente previsional estatal ANSeS, con el objetivo de abortar ese movimiento especulativo contra el peso argentino.
En los últimos días hubo importantes anuncios para aumentar la oferta de dólares, como la liquidación de exportaciones también para petroleras y mineras, junto a la repatriación de fondos de las aseguradoras. También se fijaron disposiciones para obligar a blanquear otras transacciones mayoristas.
Frente al complejo panorama cambiario, no se descartan nuevas medidas, ya que originalmente parte de ellas estaban en carpeta para su parcial instrumentación en el nuevo período presidencial, pero ante la urgencia, se debieron adelantar.
(*) Referencia
El tipo de cambio volvió a ser un tema de interés entre los argentinos, lo que retrotrae la situación a épocas difíciles en materia financiera y económica.
Hay una gran ventaja: la situación actual en nada se parece a las hiperinflaciones vividas o a las nefastas deflaciones que desembocaron en crisis y caos.
Ahora se refuerza el apetito por el dólar como consecuencia del temor que generan las nuevas medidas cambiarias que dispuso la AFIP para combatir la fuga de capitales, el lavado del dinero y la economía informal.
Quien tiene sus números en blanco, para nada le debe preocupar la declaración de datos fiscales, origen y destino de los fondos.
Algunos especialistas ven el precio de la moneda yendo hacia los 5 pesos por cada dólar, ante el impacto de la crisis internacional en el país y los efectos de la inflación no reconocida.
Frente a las condiciones macroeconómicas vigentes, una depreciación del tipo de cambio se trasladaría rápidamente a un aumento de precios, aunque muchos comerciantes remarquen rápidamente mercadería al valor del dólar paralelo.
En ese caso, no se obtienen ventajas en términos reales, porque la competitividad que se ganaría al devaluar se perdería paralelamente con la inflación. Simple lección de Economía.
Obviamente que el escenario preocupa, más cuando la brecha entre el mercado cambiario mayorista (4,25) y el marginal (4,70) ronda un 9,6 por ciento.
Luego de perder unos 4.500 millones de dólares de sus reservas entre agosto y octubre, el Banco Central busca amortiguar la tendencia, con la ayuda de Banco Nación y mediante transacciones a futuro.
Los argentinos con capacidad de ahorro buscan refugio casi siempre en el dólar, por tradición y malas experiencias internas.
La búsqueda para convertir esos fondos a dólares creó en la jerga el negocio denominado "contado con liquidación": esto es cuando se compran bonos o acciones en pesos para luego venderlos en el exterior y así obtener divisas fuera del país. El tipo de cambio implícito llegó a marcar las 5,19 unidades tras la última resolución de la AFIP.
Inmediatamente se lanzaron ventas de bonos en dólares por parte del ente previsional estatal ANSeS, con el objetivo de abortar ese movimiento especulativo contra el peso argentino.
En los últimos días hubo importantes anuncios para aumentar la oferta de dólares, como la liquidación de exportaciones también para petroleras y mineras, junto a la repatriación de fondos de las aseguradoras. También se fijaron disposiciones para obligar a blanquear otras transacciones mayoristas.
Frente al complejo panorama cambiario, no se descartan nuevas medidas, ya que originalmente parte de ellas estaban en carpeta para su parcial instrumentación en el nuevo período presidencial, pero ante la urgencia, se debieron adelantar.
(*) Referencia