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Políticas de Estado

Por Paulo Andrés Bernardo (*)

Para crecer es necesario planificar, proyectar y emprender las obras y servicios necesarios. Una comunidad sin planes y sin programas de desarrollo, es una comunidad sin futuro.

Todos hablan de políticas de Estado, más aun cuando se avecinan las elecciones. Ahora bien ¿Qué es una política de Estado?, ¿En Argentina se aplican? ¿Para qué sirven?

Ampliamente podemos delimitar a las políticas de Estado como aquellas políticas (herramientas o instrumentos) que forman parte de las estrategias centrales de un país.  Son políticas que no varían a pesar del color político-ideológico de cada Gobierno.

Entonces podríamos distinguir a las políticas de Gobierno (aquellas que están vigentes mientras lo esté el gobierno de turno que las implementó) de las políticas de Estado (se conservan a largo plazo de forma permanente).

Fundamentales son las políticas de Estado para lograr un desarrollo sostenido en materia económica, social y política.


El politólogo y periodista del diario argentino Página/12, José Natanson, sostiene que “una política de Estado no es, como parecen creer algunos, un programa rígido que se anota en un papel y queda congelado para siempre, sino el resultado complejo –y parcialmente cambiante– de la combinación de fuerzas políticas, equilibrios sociales, historia y cultura.”  El politólogo pone como ejemplo de política de Estado “al Mercosur, que nació con Raúl Alfonsín, continuó con Carlos Menem y se profundizó con Néstor Kirchner y que, aunque durante los ’90 asumió un tono más comercial y hoy tiene un enfoque más político, nunca ha desaparecido del todo.

Los que supieron verdaderamente implementar estas herramientas políticas fueron  nuestros “vecinos”. Brasil, Chile y Uruguay, claros ejemplos de la efectividad al momento de proponer y llevar adelante  una política de Estado.

El crecimiento de Brasil como potencia mundial es innegable. Se encuentra entre los países más poderosos del mundo y su desarrollo sigue avanzando a paso estable. Esto no es otra cosa que el resultado de, primero, el establecimiento de políticas de Estado a largo plazo y segundo, la vigencia e implementación de las mismas más allá de gobiernos e ideologías. 

Miremos los últimos datos de este gigante sudamericano: El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil creció 7,5% (equivalentes a 2,1 billones de dólares) en 2010, la mayor expansión de los últimos 25 años según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
 
Los sectores más dinámicos fueron la industria, que mostró una suba de 10,1%, y la producción agrícola-ganadera, que tuvo un avance de 6,5%, de acuerdo al informe del IBGE.

El ministro de Hacienda brasilero, Guido Mantenga, sostuvo que “el crédito en Brasil crecerá un 10 y 12% en el 2011”. A este crecimiento se lo logró con inflación menor a un dígito.

Brasil, como la India, logró una transición económica y ahora está dotado de las instituciones necesarias para alcanzar un desarrollo continuo y una mayor equidad social” sostiene  Guy Sorman, economista  francés y periodista de prestigio internacional.

¿Se ha convertido Brasil en un país serio? Sí. En Brasil, el futuro ya llegó.
No solamente el gigante brasilero se destaca en Latinoamérica, Chile también se está convirtiendo en una futura potencia económica y  en estos momentos es un modelo de crecimiento que está dando cifras líderes a nivel económico. Una "cierta envidia" dijo tener la Vicepresidenta segunda del Gobierno español y Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, quién resaltó  la "excepcional" trayectoria de la economía de Chile ante el crecimiento de su PBI, que roza ya el 6%.

Nuestros días
No es casualidad entonces la selección de países que realizó Barack Obama para su primera gira en América Latina, que demuestra cuáles son los países aliados que importan en la Casa Blanca: Brasil y su reconocido liderazgo internacional, Chile y su histórica relación política y comercial con Washington, y El Salvador, donde se busca tejer una sólida alianza en materia de seguridad que irradie hacia los países vecinos.
Cuando el presidente de Estados Unidos anunció esta gira, en enero, habló de “nuevas alianzas para el progreso” con América Latina. Seguridad, energía, medio ambiente e investigación fueron algunos de los temas abordados con el chileno Sebastián Piñera y con la presidenta brasileña Dilma Rousseff, que a su vez fue el país elegido para arrancar la gira presidencial. Obama recorrió una favela “pacificada”.
El comercio bilateral solía ser el tema principal de este tipo de visitas, pero ahora, con la transformación de estos países, se  tratan otros asuntos como la energía, la innovación, la ciencia, y la tecnología.

Carlos Mira, abogado y famoso periodista argentino, en su libro “Así somos...Y así no va”, destaca que “partimos del incomodo supuesto de que el sol sale para todos y de que, en última instancia, si otros pudieron desarrollarse con el mismo sol que nos ilumina a nosotros, el desarrollo es algo que se decide tener y a la que se accede por opción” y concluye que “para alcanzar cualquier meta en la vida, es necesario quererla. No se alcanza lo que no se quiere, por lo tanto la pregunta que debemos hacernos es concreta y directa: ¿Queremos el desarrollo económico?”

(*) Estudiante veinticinqueño de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.