Si embargo, el tramo entre la planta cabecera y Norberto de la Riestra, en suelo veinticinqueño, siempre ha tenido diferentes problemas.La gran oportunidad está al caer, ya que las gestiones privadas, del Ejecutivo local y el compromiso del entorno presidencial, se enfilan como para que el primer obrador se pueda poner en marcha.
Pero una vez más aparecen algunos nubarrones, como aquellos que pese a ser una obra presupuestada en el pasado, nunca se logró con el cometido: la pavimentación vertral al partido de 25 de Mayo.
Sucede que hay frentistas, dueños de campos, que no quieren ceder terreno pese a que desde la Provincia de Buenos Aires se les ofreció hasta unos 6.000 dólares por hectárea (entre 22.000 y 25.000 pesos).
La ambición desmedida, en algunos casos, puede conspirar contra la obra, porque aunque el tema pase al ámbito judicial, el tiempo demorado y perdido va en contra de la importancia estratégica de la ruta.
Pareciera que no importa la revalorización de las propiedades, donde la riqueza monetaria impide ver la ayuda imperiosa de muchos otros.
Hay mayoría de frentistas comprometidos con la traza, en su primera etapa entre la ruta 51 y Martín Berraondo, pero las demoras en la cesión de tierras juega en contra.
No está para desaprovechar otra oportunidad.
