- Por Fernando Almirón
. Empezando mis crónicas de viajes con toda la pasión por contar lo que pasa en mi escalera, como diría Joaquín Sabina, que en parte es el gran culpable de las buenas cosas que me pasan en esta vida.
. Mariela, mi prima y compañera de viajes, dice que es mi amuleto de la suerte. Entre unos 40 amigos celebré mi cumpleaños en España.
. Recorremos Madrid, no paramos, a la noche, bar de copas y encuentro con los amigos mas dos argentinas que venían paseando desde Roma y están en el fin del viaje.
. Anduvimos por el Rastro (un gran mercado callejero), el Paseo del Retiro y nuevamente bares. La capital española está llena de bares donde se come y se bebe como reyes y se paga como argentino, bastante bien.
. Pasamos por Segovia, acompañados por una amiga de Francia.
. Partimos hacia Egipto, desde donde les estoy escribiendo, algo tan largo como la nariz de Cyrano.
. La ciudad de El Cairo es inmensa (casi 20 millones de habitantes), sucia, vieja, medio derruida, con un tráfico caótico, una especie de arena volando siempre y llena de gente amable que habla como si te puteara, y sabe decirte algo en cualquier idioma.
Cosas
. Del aeropuerto a un hotel muy bueno en la zona de las pirámides, y ahí nomas, salimos a explorar la zona.
. La verdad, somos medio kamikazes, si un gringo hace lo que hicimos nosotros en Buenos Aires, queda literalmente sin nada en 15 minutos. Nos metimos en una zona de tiendas, casas de repuestos de coches y venta de todo en general, estilo Warnes, casi sin luz y calles rotas y sucias.
. Después, en pleno día, nos dimos cuenta que todo El Cairo es así, habíamos estado en un barrio común, solo que aquí hablan árabe y andan vestidos medio raros.
. Lo de la ropa de las mujeres es algo que no deja de asombrarme, en un país 90 por ciento musulmán y el resto cristiano, la mayoría de las mujeres mayores de 12 años andan con la cabeza cubierta y ropa que no le deja ver un centímetro de piel, y algunas con la burka que solo les deja ver los ojos, cuando no tienen además como un mosquitero en esos ojos.
. La otra gran rareza es que en las tiendas, la mayoría de la ropa que se vende parece occidentalizada, incluido vestidos de fiestas tipo minifalda. Se regatea todo.
Ciudados !!!
. Cada tanto, a Mariela tengo que rescatarla de alguno de los hombres que la persigue y le ofrece de todo, hasta casamiento. Es mas, ni le preguntan si somos pareja, la corretean ante mis ojos.
. La escena del día fue el cruce hacia la ribera del Nilo, desde la zona del museo egipcio, dos turistas vestidos medio ridículos tratando de cruzar la 9 de Julio, ante un trafico que no para ni siquiera atina a frenar.
. Lejos de caminar tranquilo por la calle 9 de 25 de Mayo y cerca de Jordania, una nueva escala.
. Desde el cercano Oriente se despide, su servidor Fernando, el faraón.