- La pelea de intereses por la transmisión del fútbol argentino por televisión muestra un único rehén: el televidente.
. Unos pocos se han hecho millonarios en los años pasados por falta de licitaciones para la comercialización de los derechos.
. Mientras tanto, el aficionado amante del deporte más popular del país debe pagar a su empresa de cable para ver en vivo los partidos más importantes.
. Se produce un circuito vicioso, donde también las firmas de televisión por cable del interior tienen la presión entre ofrecer el servicio o perder clientes.
. Por más de una década un solo grupo empresarial manejó las imágenes con derechos exclusivos, asociado con la casa matriz del fútbol, dejando a millones de espectadores y periodistas marginados en todo sentido.
. Ahora que se metió a terciar el Gobierno, con evidentes fines políticos, parece que los que eran malos pasan a ser dadivosos, los que no escuchaban reclamos se quieren convertir en más auxiliadores y todos juntos parecen que se dan cuenta de un reclamo vigente por años.
Habrá respuestas?
Qué pasó para que de la noche a la mañana todo cambiara?
A quién se le escapó la tortuga para que nadie la alcance?
Habrá realmente cambios de fondos para bien de la mayoría?
No dejará de ser ruido de fondo para que nada cambie?
. Las próximas horas tendrán la respuesta, pero es un buen momento para que el televidente común pueda tener algún beneficio, y no solo quede para los pudientes la posibilidad de ver fútbol en vivo.
. En muchos rincones de Argentina no hay otra manera de acceder a la televisión si no es por cable, o sea partimos de una falencia a considerar.
. No olvidemos que hay millones de hogares sin televisión, con otras urgencias básicas, donde el habitante simplemente observa la actual pelea de intereses como algo secundario.
. Una vez más queda al descubierto como los íntimos amigos del negocio en el pasado, ahora son acérrimos enemigos hasta que el dinero los vuelva a convocar.