- Retracción, desaceleración y recesión son sólo algunas de las palabras más escuchadas y escritas en los últimos tiempos.
. Los habitantes del planeta Tierra, en el inicio del siglo XXI,
somos espectadores de cambios profundos en la filosofía y concepción de la
economía.
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Ya nada será igual a lo de ayer y tampoco a lo que veamos mañana. Ni mejor ni peor, simplemente diferente.
. Hecatombes, derrumbes, bruscas alzas y más temores abrazan a los cimbronazos financieros de los mercados, que
dejarán huellas en todas las economías reales.. La falta de crédito en las economías del primer mundo hace que algunos países emergentes pasen a cumplir un rol trascendente en el futuro inmediato. A prestar atención con las posturas de
Brasil, Rusia, China e India.
. Impericias políticas y falta de control profundizaron la crisis lanzada desde las
burbujas inmobiliarias en
Estados Unidos, con ribetes semejantes a la "
gran depresión" iniciada en 1929 y sus secuelas básicas por tres años más.
. Son necesarias la instrumentación de políticas monetarias y fiscales expansivas, que ayuden a atenuar la contracción de los próximos años.. El capitalismo estadounidense -en su esplendor- se hunde lentamente, nacionalización pasó a ser una palabra corriente, mientras se reflotan inyecciones multimillonarias de bancos centrales de todo el mundo para hacer más pausada a la inevitable desaceleración de la economía global o directamente la recesión.
TAPAR BACHES. Caen las ventas, se reducen las producciones y hay despidos o suspensiones laborales. Por todo esto es que los mercados vienen de tocar mínimos históricos, donde
como nunca se tiraron salvavidas a diestra y siniestra.
. Ahora
se necesita paciencia para un inevitable saneamiento puro de los mercados.
. El rol del gobierno de los Estados Unidos ha sido lamentable para muchos, con
falta de 'timing' polí
tico, que deja un gran hueco a cubrir para el sucesor de George W. Bush.
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Todo puede suceder, ya nada puede sorprender. Se tiene que trabajar más 'que un plomero en el
Titanic', por la paradoja, con un
'iceberg' que hace estragos en el frente financiero y económico.
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El problema es sistémico. La subida o la caída del 10 por ciento de mercado es coyuntural, el tiempo lo demostrará y lo avalará.
. Con Europa sucumbida, con Asia expectante, con Africa borrada, con Oceanía alejada y una América Latina con un poco más de oxígeno que en otras épocas cercanas,
el mapa mundial cambia de coordenadas para centralizar otros ejes de poder.
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El derrumbe de estructuras debe servir para purificar, pero también para aprender de confusos errores de estrategias y para no confundir los espejos de colores que se quisieron repartir.
. Como en todo proceso
hay escasos vencedores y variados vencidos, pero con una amplia mayoría de perjudicados por las implicancias macroeconómicas que significa el crack al que asistimos.
VAIVENES. Se cortaron las cadenas crediticias, serán menos los que ostenten lujosas casas y autos. El no conocer estos sinsabores crea
angustias y disgustos, una enorme diferencias para los latinos ya vacunados contra estas circunstancias.
. Ahora
a pensar en el ahorro privado y expandir en forma coherente el público, no convalidar precios desmesurados y proyectar a pasos firmes el futuro inmediato.
. A no olvidar que cuando el oro dejó de ser patrón de conversión hace casi 80 años, el dólar ocupó su largar, el que ahora lentamente lo debería compartir o ceder con otras monedas.
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La historia se escribe a diario, los títulos con letras de molde continuarán, porque está claro que para poder dimensionar en toda su realidad esta crisis estructural habrá que dejar pasar largos meses, hasta rebotar en un profundo pozo oscuro.
. Es cierto que la tremenda crisis de desconfianza en las naciones más industrializadas del mundo, darán a los
países emergentes esa oportunidad inmejorable.
EN CASA 
. En el caso particular de
Argentina, se la encuentra en pleno proceso
inflacionario, desconectada de los circuitos financieros, su economía desacelerada y una preocupante caída en los precios de las materias primas.
. Se desaprovecharon inversiones y se descuidaron negocios de infraestructura.
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Cuando se debió dejar que la economía marchara por sus carriles con un tipo de cambio real fluctuante, se alentaron crecimientos a tasas altas y un valor ficticio del dólar. Ahora que se necesita esa receta original, la mesa está a medio servir.
. Es necesario un seguimiento minucioso del valor del dólar por la presión sobre los precios, el rol de la banca y la volatilidad de los depósitos, más una verdadera estadística de los llamados superávit gemelos (fiscal y comercial).
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Tampoco Argentina es de los países emergentes con más peso específico.
. Otra vez épocas de vacas flacas, como tantas en las últimas décadas, lo que asegura que
tampoco serán las últimas dentro de la globalización cada vez más avasallante en la que caminamos.
. Fernández accedió a la presidencia con casi el 45 por ciento de los votos. Ganó en las urnas el 28 de octubre del 2007, asumió en diciembre siguiente, y para abril pasado su popularidad comenzó a caer con fuerza por un inesperado conflicto agrario.
. Los precios de las garrafas, principalmente en el interior de Argentina, siempre estuvieron muy ligados a la volatilidad y especulaciones del mercado, al margen de las estaciones de la naturaleza, por lo que en pleno invierno se llegó a duplicar o triplicar el valor.